UC - Críticas
| Países: España. |
Interpretación: Naomi Watts (María), Ewan McGregor (Henry), Tom Holland (Lucas), Samuel Joslin (Thomas), Oaklee Pendergast (Simon), Marta Etura (Simone), Sönke Möhring (Karl), Geraldine Chaplin (mujer mayor). |
CUANDO LA REALIDAD SUPERA A LA FICCIÓN
"Lo Imposible" es una espectacular y melodramática recreación del drama real de una familia y su lucha por la supervivencia durante un Tsunami en Tailandia. La primera media hora es brutal y comparable técnicamente al desembarco de Normandia filmado por Spielberg en "Salvar al Soldado Ryan". La presentación de personajes es impecable y la escena del Tsunami impresionante, pero posteriormente la cinta se transforma en un telefilm de lujo afectado por un acusada tendencia a lo lacrimógeno (si vas a verla, llévate la caja entera de kleenex porque la vas a gastar, seas sensiblero o no), sirviéndose de los elementos más básicos y humanos para buscar la emoción del espectador.
SINOPSIS: En “Lo imposible”, María (Naomi Watts), Henry (Ewan McGregor) y sus tres hijos comienzan sus vacaciones de invierno en Tailandia. En la mañana del 26 de diciembre, la familia se relaja en la piscina después del día de Navidad cuando el mar, convertido en un enorme y violento muro de agua negra, invade el recinto del hotel. María solo tiene tiempo de gritar antes de ser engullida y arrastrada por la terrible ola. Sin tiempo para asimilar lo incomprensible e inesperado del desastre natural que acaban de sufrir, deberán luchar por la supervivencia y por volver a reencontrarse. La película se basa en una historia real que tuvo lugar durante el tsunami que azotó a la costa tailandesa en el año 2004.
De esa manera, la película queda dividida en dos partes diferenciadas: el punto de vista de la madre y el punto de vista del padre. El primero es de un sufrimiento y emoción palpable, casi físico, donde Bayona consigue transmitirnos a la perfección todo ese dolor físico y emocional de los personajes, como ejemplo, la escena donde la madre, su hijo y un niño perdido deben encaramarse a un árbol. La segunda parte se profundiza más en la emoción de pañuelo, dejando de lado la fisicidad anterior del relato y apostando por lo facilón y efectista. Destaca en este tramo una escena que hubiera firmado (de nuevo) el propio Spielberg, aquella en la que el niño va con una lista con los nombres de los enfermos recorriendo el hospital buscando a familiares para que se reencuentren.
Pese a ese exceso de edulcorante emocional, la cinta está filmada con sabiduría y ofrece otra magistral interpretación de Naomi Watts con un par de primeros planos que ponen los pelos de punta (cuando se encuentra sola después del Tsunami o el plano final con la mirada perdida en el desastre, son dos claros ejemplos) y que por sí solos valen el valor de la entrada al cine. McGregor no está a su altura pero realiza un trabajo más que correcto (ver la emotiva escena del teléfono, por ejemplo) y ambos están muy bien secundados por la tropa de niños que realizan un trabajo creíble e impecable. Una lástima que el empuje inicial no sea correspondido con el resto de la cinta, donde el guión brilla por su ausencia y Bayona se centra en la creación de una atmósfera emocional que toque la fibra del espectador. Y eso lo consigue con creces, pero también lo hacen algunas pelis malas que nos tragamos un sábado por la tarde después del telediario, la verdad es que esperábamos un poquito más, pero siempre nos quedará el sensacional primer tercio del film.
